Reseña Claustro San Agustín

Reseña Claustro San Agustín

El Claustro de San Agustín, es uno de los baluartes de la historia, la cultura, la arquitectura y las riquezas que enorgullecen a todos los Tunjanos. A través de este blog, pretendo dar a conocer, valorar y contribuir a que esta joya histórica se perpetúe en el tiempo y en la memoria del Tunjano, del Boyacense y del Colombiano. Iniciaré por ubicarlo en el espacio geográfico: El Claustro de San Agustín se encuentra en casco histórico de la ciudad de Tunja, en la carrera 8 entre calles 23 y 24, frente al conocido Parque Pinzón. Su historia se remonta al año 1549, cuando la comunidad de los Agustinos solicitó al Cabildo de Tunja, construir el convento, petición que fue negada, los Agustinos no abandonaron su proyecto, siguieron insistiendo durante casi 37 años, finalmente en 1586 se inicia la construcción y en el año de 1659 se da por terminada la obra de la iglesia y convento.

Gracias a un cálido recorrido por el Claustro, ofrecido por el guía del lugar, se puede hacer una aproximación a la descripción tanto histórica como arquitectónica, de donde se puede extraer enorme riqueza cultural como sigue: La arquitectura del Claustro de San Agustín está inspirada en modelos sevillanos, con estilo renacentista, columnas toscanas de piedra, arquerías en ambos niveles, arcos de medio punto de rosa lisa. El estilo mudéjar está representado con la escalera, la cual inicia en la parte norte del claustro y se bifurca en dos. El templo tiene una espadaña de estilo barroco mudéjar, considerada como una de las más bellas del país. De igual forma se destacan fragmentos de pinturas murales, aún conservadas celosamente.

 
Según la historia, el Claustro ha sido sede de muchas y variadas Instituciones, los Agustinos inician el noviciado con estudios en gramática, artes y teología a finales del siglo XVI, en el año de 1821 la Comunidad tuvo que entregar la edificación del claustro al Colegio de Boyacá, creado el 17 de mayo 1822, en el año de 1827 se fundó la Universidad de Boyacá e inicia sus labores allí. El claustro pasa nuevamente a los Agustinos entre 1829 y 1831, el colegio y la universidad fueron trasladados al Convento de la Compañía de Jesús. Entre los años 1835 a 1859, el claustro se convierte en hospital; en la guerra civil de 1860 fue habilitado como cuartel del ejército y en 1863, el claustro lo convierten en la penitenciaria o panóptico de Tunja y pasó a ser propiedad de la Nación en forma definitiva. Durante un siglo, el claustro alberga todo tipo de prisioneros de las diferentes regiones del país, hasta el año de 1966 en el cual, el panóptico es trasladado a la vereda El Barne.

Con los años, el Claustro de San Agustín entró en decadencia arquitectónica, hasta que entre 1979 a 1984 se llevó a cabo el proceso de restauración, asumido por el Banco de la República, entidad que en 1988 reinauguró en el Claustro la Biblioteca"Alfonso Patiño Rosselli", de propiedad del Banco, la cual sigue funcionando al día de hoy.

Debo manifestar que en este Monumento Cultural, he pasado gratos momentos desde mi temprana infancia, participando de actividades de carácter cultural, recreativo y académico, sin embargo, no puedo negar que quedaron registradas en mi mente, tantas historias de horror que sobre el lugar se han tejido por tradición oral, mitos y leyendas, creados por la población y reproducidos por los guías del Claustro. Por ejemplo, es famosa la presencia de una extraña y aterradora figura vestida de monje que atacaba después de la media noche, especialmente en Semana Santa y el Día de difuntos, se abalanzaba sobre el desafortunado que se atravesara por su camino, dicen que a unos los mató de miedo, otros perdieron la razón y muy pocos sobrevivieron para contarlo. Aún hoy, dicen que se han escuchado gritos, arrastrar de cadenas, lamentos proferidos por voces de niños, risas, etc. En fin, cualquiera que sea su interés, es innegable el deleite de visitar este valioso Monumento Histórico.

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